"Enfermera, se terminó la anestesia. Entonces se acabó lo que sedaba." Es muy malo, lo sé.
Un tal Sr. Besa (profesor de imagen corporativa al que si está leyendo esto digo hola) me dijo que la información personal no aportaba nada a mis posts y que debía pasar de ella. En condiciones normales tiendo a hacerle caso, pero hoy no me apetece, ea
Y es que me he puesto sensiblera... Por el pasillo de la residencia un montón de novatos van pasillo arriba - pasillo abajo con cajas y maletas, huele a vacaciones y yo no puedo dormir.
Ayer fue el día de los "últimos": el último exámen de la carrera (o éso espero), la última cena entre amigos, la última juerga madre in Segovia... Ay madre! Como voy a echar de menos esto!
Mañana pondré rumbo a casa y abandono la vida universitaria. Ya tengo asumido que estaré llorando antes de llegar a Torrecaballeros.
Digo adiós a una residencia a la que me costó llamar casa, pero donde encontré a unos amigos que me han aguantado las 24 horas del día, me han visto de fiesta, agobiada, en pijama, recién levantada, quejándome por el menú... Y que han hecho que el paso por Segovia (Gegovia para los amigos) haya sido de 10. Momento sectal: ya sabéis lo que dicen, a la teodosio se llega llorando y se va uno llorando.
Siguientes recuerdos en la lista: mahonías (las señoras de la limpieza necesitarán ayuda para quitar el hueco de mi culo de la cabina del laboratorio). Este año vine con ganas de comerme el mundo y no sé si lo hice, pero me voy con muy buen sabor de boca. Publicatessen, Emisión Mahonita... le han dado la chispa a este último curso. Jaime, gracias por descolgar el teléfono y preguntarme si me quería apuntar a un proyecto por el que, al principio, nadie daba un duro.
Tener que llegar a quinto para empezar a conocer a fondo a la gente con la que he compartido clase 5 años tiene delito.
Y ahora, kleenex patrocina el momento poético. Me marcho con las maletas llenas de recuerdos, pero sobre todo de proyectos (desde un poquito de animación 3D, hasta un fin de semana en Ribadesella, pasando por algún viaje express a Barruelo). La Miami nos espera, baby.
5 años pasan volando y quien diga lo contrario miente. En el 2006 llegué temblando como un flan y ahora no me quiero ir ni a tiros. Gracias a todos los que hacéis que la idea de marcharme se me vuelva tan cuesta arriba.